Hasta octubre de este año fueron 15 las mujeres de esa edad asesinadas por sus parejas o ex parejas, mientras que durante todo 2012 sólo se habían registrado ocho femicidios, precisaron desde el observatorio. "Hay que soportar el mandato cultural con que estas mujeres han vivido", señaló su directora, Ada Rico, quien anticipó a la agencia de noticias Télam algunos datos del informe que presentarán mañana a las 11 hs en la Embajada de Estados Unidos.
Otro dato que surge de las estadísticas de La Casa es que de los 23 femicidios identificados entre al año pasado y este, en 12 oportunidades los asesinos se suicidaron. La titular del observatorio analizó al respecto que "ellos pusieron su energía en poseer y dominar a esa mujer y con la desaparición de su 'objeto de posesión' su vida ya no tiene sentido, sumado a que es un nuevo acto de cobardía que les impide afrontar la condena social y judicial".
El abuso psicológico y económico son los tipos de violencia más habituales hacia las personas mayores y "esto se potencia en el caso de las mujeres, quienes, en principio, ya sufren dos tipos de discriminaciones: por su género y por su edad", agregó la médica Mónica Roqué, titular de la Dirección Nacional de Adultos Mayores (DINAPAM) del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Roqué explicó que "el principal ámbito donde la mujer mayor es maltratada es la familia, que en ocasiones busca disponer de sus recursos económicos incurriendo en el maltrato psicológico, limitando la autonomía de la persona no sólo para disponer de sus bienes sino para tomar cualquier tipo de decisión". "No obstante –destacó–, en estos casos la persona mayor recurre a otro familiar para pedir ayuda, es decir que la contención sigue estando en su entorno."
Un factor que muchas veces incide en la violencia hacia la mujer adulta es la pobreza. "Muchas mujeres que hoy son mayores no pudieron salir de sus casas a trabajar, otras lo hicieron pero en el mercado negro y las que lograron empleo en blanco cobraron menos que los hombres por igual tarea", sostuvo la médica especialista en vejez, Lía Daichman. "La consecuencia de esto son mujeres sin jubilaciones ni prestaciones sociales o con jubilaciones inferiores a los hombres –continuó–, aunque en este aspecto Argentina se encuentra un paso adelante gracias a la jubilación de amas de casa que garantizó no sólo un ingreso mínimo sino el acceso a la seguridad social".
Las mujeres adultas piden ayuda "cuando se les presenta la muerte, cuando se dan cuenta que en la próxima paliza o empujón, él las va a matar", resaltó Lucrecia Oller, facilitadora de grupos de mujeres en situación de violencia o sobrevivientes de esta. También lo hacen "cuando sienten que hay algo en sus vidas que no cicatrizó", añadió.
Tanto Oller como Rico coincidieron en que "no hay edad para lograr una vida libre de violencias" en un contexto "legal y social que visibiliza y condena las agresiones". Para ello es preciso avanzar hacia una sociedad más concientizada y el día de hoy tiene que ver con eso. Ayer se registró un nuevo caso de femicidio.
Contra el maltrato familiar
Las denuncias por casos de maltrato familiar crecieron en lo que va del año un 17% con respecto al mismo período de 2012, de acuerdo a las llamadas recibidas en la línea gratuita 0800-666-5065 que el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires tiene a disposición de las víctimas de violencia doméstica. El ministro de Desarrollo Social, Martín Ferré, remarcó que el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer "nos recuerda que no se trata de una problemática de índole privada, por el contrario, toda la sociedad está involucrada".
Según un informe elaborado por la dirección de Políticas de Género, en lo que va del año se realizaron 582 llamados a la línea gratuita contra la violencia familiar. Del total de consultas y denuncias, el 50,74% correspondió a personas de entre 41 y 60 años; el 22,83% a la franja etárea de entre los 31 y 40 años; el 17,91% a la de 20 y 30 años y el 8,52% a la de 60 años en adelante. Finalmente, el 58,82% de los llamados fueron por casos de maltrato psíquico y emocional; el 36,47%, por maltrato físico y, el 4,70%, por maltrato económico.