En un acto que ha generado indignación y repudio en diversos sectores de la sociedad, el intendente de General Lavalle, Nahuel Guardia, ha convocado a un reconocimiento al gobierno militar de facto que llevó a Argentina al borde de una guerra con Chile en 1978. Este homenaje, programado para el 17 de agosto, ha sido duramente criticado por organizaciones de derechos humanos y expertos en historia.
Un reconocimiento cuestionable
El evento, anunciado a través de las redes sociales municipales, pretende «reconocer a los movilizados» durante el conflicto del Canal de Beagle. Sin embargo, la iniciativa ignora deliberadamente el contexto dictatorial en el que se desenvolvió esta crisis diplomática y militar.
El intendente Guardia, en su comunicado, omite mencionar que el gobierno de Jorge Rafael Videla, responsable de la escalada del conflicto, fue una dictadura militar responsable de crímenes de lesa humanidad. Esta omisión ha sido interpretada por muchos como un intento de blanquear uno de los períodos más oscuros de la historia argentina.
Al borde del abismo
El conflicto del Canal de Beagle, que alcanzó su punto crítico en diciembre de 1978, estuvo a punto de desencadenar una guerra catastrófica entre Argentina y Chile. La junta militar argentina, liderada por Videla, ordenó la invasión de las islas en disputa (Lennox, Picton y Nueva), una decisión temeraria que puso en riesgo miles de vidas en ambos lados de la frontera.
Un llamado a la responsabilidad histórica
Es fundamental que las autoridades, especialmente aquellas elegidas democráticamente, ejerzan su función con responsabilidad histórica. Reconocer a quienes fueron movilizados durante un conflicto no debe implicar la legitimación de un gobierno que violó sistemáticamente los derechos humanos.
La sociedad argentina ha recorrido un largo camino en la construcción de su memoria histórica y en la búsqueda de justicia para las víctimas de la dictadura. Iniciativas como la propuesta por el intendente Guardia representan un peligroso paso atrás en este proceso y deben ser repensadas en pos de la verdad, la justicia y la consolidación democrática.
fuente: multimedio.com.ar / 16-8-24
El papel crucial de la Santa Sede
Fue gracias a la intervención del Papa Juan Pablo II y la mediación del cardenal Antonio Samoré que se logró evitar el desastre. La diplomacia vaticana jugó un papel fundamental en desactivar un conflicto que podría haber tenido consecuencias devastadoras para toda la región.
Críticas y llamados a la reflexión
Historiadores y organizaciones de derechos humanos han alzado su voz contra este homenaje, señalando que reconocer las acciones de un gobierno dictatorial es una afrenta a la memoria de las víctimas del régimen y un retroceso en la construcción de una sociedad democrática.
«Este tipo de reconocimientos solo sirven para relativizar los crímenes cometidos durante la dictadura y confundir a las nuevas generaciones sobre nuestra historia reciente», expresó un portavoz de una prominente organización de derechos humanos.
