La subjetividad penetra, pues hubo impactos visuales, emociones encontradas, y transcurrido tanto tiempo, percibe el individuo que siempre habrá escritos con lecturas diferentes de un mismo hecho.
La muerte de Juan Domingo Perón (“Pocho”) anunciada, prevista, desde aquella frase suya “me llevo en mis oídos la más maravillosa música (…) la del pueblo” desde el balcón de la Casa Rosada un tiempo antes, modificaba la forma de construir un presente cotidiano. El maestro dejaba solos a los discípulos con el juramento que El mismo había hecho un 13 de diciembre de 1913 cuando juraba como Cadete en la carrera del Ejército Argentino donde había ingresado a la edad de 15 años. Nacido en Lobos- Prov. de Buenos Aires un 8 de Octubre de 1895 la familia Perón siguió los destinos de todos los argentinos, luchando contra los vaivenes económicos (ya a principios del siglo XX) y buscando el lugar en tan extenso territorio para lograr la estabilidad que en una familia da el resultado del trabajo, por eso fueron a la Patagonia a criar ovejas y guanacos, en barco, montando en pelo, y aprendiendo a sortear gélidos inviernos en una Patagonia que fue el marco de la infancia de Juan Perón. El paraje conocido como “Meseta Cuadrada” a cincuenta leguas (aprox. 242 Km) del Puerto Camarones Prov. de Chubut, allí a comienzos del siglo XX el tiempo tenía otra dimensión para la vida campesina de quien marcaria la historia de todos los argentinos.
Y al Infante de Marina le tocaba guardia esa fría jornada del 2 de julio, cuando el féretro ingresaba al Congreso, mientras recordaba el relato paterno del niño Perón arriando ovejas con su caballo “negro”.
Guantes blancos, Fusil FAL, polainas en el frente del “Edificio del Elefantes Blanco”… Mientras a lo lejos columnas compactas de hombres, mujeres y niños marchaban desde el bajo hacia el palacio legislativo...por Handy escuchaba los comentarios de los suboficiales anunciando que venían a tomar las bases... y desde lejos se sentida los llantos ahogados y la congoja de un pueblo. Antípodas.
Terminada la guardia. No sabíamos que pasaba. Nos recluyeron durante 15 días en un subsuelo. Ausentes de comunicación alguna. El batallón fue disperso. Como sabía escribir a máquina velozmente me trasladaron al Consejo de Guerra para trascribir expedientes.
Había mística en el grupo y en un par de suboficiales que manifestaban su indignación sobre los comentarios que llegaban de los brindis y celebraciones que se realizaron en el piso 13..y un comentario me quedo grabado en el subconsciente sobre esa energía que emergía en cada uno de quienes profesaban el Peronismo como un sentimiento una forma de vida y que decía “ el fenómeno que ofrece la personalidad de Perón carece de explicación lógica solo a aquel que ignore su pasado, se podrá disentir con el sentido de su prédica pero sería intento inútil desconocer la coincidencia que existe entre su surgimiento y la mayoría de edad de su pueblo , la única fórmula capaz de edificar un triunfo trascendente se denomina .. Trabajo, trabajo y más trabajo cada uno sobre su espíritu y su mente en beneficio propio y el bienestar de lo demás.
Para el Infante de marina conscripto instruido fueron meses de muchos obstáculos y descubrir que la misión consistía en esforzarse en encontrar una senda común en lugar de emprender caminos hacia las antípodas, pues era el camino verdadero. Los tiempos trascurridos desde aquel lejano 1974 lo dejò claro. Hoy siglo XXI la permanencia y fuerza creadora de sus ideas siguen vivas. Es propicio continuar la lucha.
Marcelo López 1-7-21