- Trabajamos durante más de 40 días para lograr la aprobación de las leyes de presupuesto y fiscal impositiva.
- La ley de presupuesto marca el plan de gobierno para el año que viene y estaba exactamente encuadrada en lo que nos comprometimos a hacer en las elecciones: salud, educación, seguridad, fomentar la producción y el trabajo. Es decir, un presupuesto peronista, que estaba en las antípodas del que presentó Javier Milei.
- Se trata de un presupuesto en el que además lo que pedíamos es que nos autorizaran a tomar deuda solo para refinanciar los vencimientos de este año. No se trataba de tomar nueva deuda, sino de cubrir los vencimientos que vienen de la época de María Eugenia Vidal. Y una ley tributaria impositiva que no marca más carga tributaria en términos reales para ningún sector que la que tuvo en 2024.
- Eran leyes fácilmente aprobables, sobre todo en un contexto en el que Milei tiene como objetivo fundir a todas las provincias, pero con particular saña a la provincia de Buenos Aires porque aquí, mientras reclamamos los más de 8 billones de pesos que nos adeuda la Nación, nos dedicamos, en la medida de nuestras posibilidades, a sustituir y tapar los agujeros que deja Milei.
- El objetivo del Gobierno nacional era que tengamos más dificultades de cara al año que viene, entre los fondos que corta Milei y los problemas que puede generar no contar con estas leyes.
- Ayer se iban a tratar las dos leyes y aparecieron algunas posiciones que son lógicas para el arco opositor: cuántos recursos se distribuyen a los municipios y cómo se ocupan los cargos del Ejecutivo que deben ser ocupados por sectores de la oposición. En el primer punto propusimos elevar esos fondos en base a la inflación proyectada por el Gobierno nacional en el presupuesto que no se votó en el Congreso. Y respecto de los cargos en organismos del área del Ejecutivo provincial había sectores que decían que querían modificar la composición, algo que entendemos porque el mapa político ha cambiado drásticamente.
- A último momento plantearon que una parte del endeudamiento que tomáramos también se debía distribuir entre los municipios. Estábamos dispuestos a dar una respuesta, pero un sector empezó a plantear cosas ajenas al presupuesto, con la vocación de que no saliera. Lo cierto es que se termina el año y no tenemos los instrumentos, lo que nos obliga a redoblar los esfuerzos para cumplir con nuestro mandato electoral, ante una dedicación especial del Gobierno Nacional para que la provincia de Buenos Aires se vea con dificultades de cara al año electoral.
- Yo no voy a permitir que quiebren a la provincia de Buenos Aires. La lógica de Milei es atacar a las provincias y después pedirles que firmen cosas o acompañen: yo no voy a entrar en ninguna extorsión y me voy a poner al frente de la defensa del pueblo de la provincia de Buenos Aires para cuidar su salud y su educación.
- Tenemos que reprogramar el año en base a la situación que tenemos, que también es bastante incierta en base a las decisiones que ha estado tomando Milei.
- La discusión seguirá presente el año próximo, y nuestro compromiso seguirá siendo el mismo: continuar las obras y nuestros planes para llevar bienestar a los bonaerenses.
- El plan de estabilización de Milei no tiene nada nuevo y no es contra la casta. Es muy recesivo, pierden la producción y la industria nacional, los sectores populares y las grandes mayorías.
- A nuestra provincia el programa de Milei no le sirve, como no le sirvió el de los ´90 porque genera desempleo. Milei le propone una calamidad a la provincia de Buenos Aires, un plan económico que ya se aplicó y tuvo pésimas consecuencias, no hace falta tener la bola de cristal.
- Estamos con todo este abanico de situaciones y dificultades. El gobierno de la provincia de Buenos Aires seguirá tratando de mostrar al pueblo cómo afrontar esas discusiones y funcionar como escudo frente a los derechos que están en riesgo.
fuente: Conflicto de Intereses /28-12-24