Si existe algo con lo que “el traidor” se alimenta es con ellas, sin reparo alguno, con la intención de hacerlas pasar como sofisticados argumentos de “la política”.
La traición necesita de la excusa para echarse a andar, aventurada siempre por la ambición.
El traidor aparenta tener “un motivo noble, humano e inequívoco” para hacer lo que hace. Nada lo ejecuta por mezquindad o intereses ocultos, siempre argumenta una razón urgente, susceptiblemente razonable y en pos de un motivo superador. Sin embargo detrás de todas estas excusas se esconde temerosa su miserabilidad, porque al fin y al cabo el traidor es siempre un cobarde.
Una vez más, en un momento tan duro de nuestro país, el traidor hace de las suyas, hoy se llama Osvaldo Jaldo (Gobernador de Tucumán)
“Si un traidor puede más que unos cuantos que esos cuantos no lo olviden fácilmente”, anima la canción…y esa senda deberíamos recorrer.
La traición de la UCR y la de gran parte de la dirigencia peronista, a lo largo de la historia, son inocultables responsables de que hoy estemos en donde estamos, al borde de un precipicio que de caer no tendremos retorno. “Pragmatismo” lo llaman algunos, una excusa más. La traición no tiene apodos y el traidor tampoco. Definitivamente mucho de lo viejo debe morir para que nazca lo nuevo, es tan necesario como urgente.
Hoy el destino nos juega una broma de mal gusto; desde la provincia donde se forjó nuestra independencia hoy, se asientan las bases para ser colonia otra vez.
El tiempo irá poniendo las cosas en su lugar, pero al tiempo hay que apurarlo…
Fernando Borroni
25 de Enero 2024