Por lo tanto, te mienten, porque estás tan cansado de escucharlo que ya la voz de la gente del FMI suena deformada.
Es el triunfo de la mentira: creo que el triunfo de la mentira es la atrocidad de nuestros tiempos. La falacia en torno a Alberto Nisman llegó a niveles insoportables, una verdadera banda de periodistas, jueces, fiscales y políticos sostuvo el imposible crimen del suicidado.
El viernes vi a su ex mujer, (Sandra Arroyo Salgado) en parte impulsora de las horas decisivas de la debalce de Nisman, en un canal donde sostenía ese disparate, estaba nerviosa, cansada. Aquella que dijo que el balazo entró por la nuca, y luego se vio la fotografía de cómo entró la bala, está desautorizada, aunque sea una jueza de la nación. Fijate en manos de quiénes estamos. Su discurso se desvanecía a medida que hablaba, sus interlocutores ponían cara de asombro.
Nisman, sin quererlo, abrió un test del canallismo en la Argentina. ¿Usted cree que Nisman fue asesinado? La respuesta es una manera bien directa de saber si enfrente hay una persona canalla inobjetalbe como tal, o no.
El gobierno construye la nueva deuda con datos falsos. Hablan de 11 mil millones de dólares, más o menos lo que no quiso tomar Alberto Fernández. El FMI al cuidado de colonias que no se avergüenzan de serlo, vendrá a darle un nuevo préstamo a los argentinos. Y si como dicen los delincuentes de los diarios más leídos, como también dice el FMI, ¿para qué necesitan desesperadamente ese préstamo? Vos pedís cuando no te va bien, cómo vas a pedir cuando te va bien.
La mentira está de moda y triunfa en esta etapa. Si Argentina ya estaba condenada a varias décadas desgraciadas de deuda y ajuste por la insanía de Macri, Milei le pone la palabra “eternidad”. Eterna deuda, eterno crimen, mentiras verdaderas.