El consumo de líquido a lo largo del día es muy importante: se recomienda optar por la hidratación con agua fresca y no ingerir infusiones calientes, bebidas alcohólicas ni muy azucaradas. También se sugiere alimentarse con frutas y verduras, y vestir ropa clara y fresca.
En cuanto a los bebés menores de seis meses de edad, la mamá debe amamantar con mayor frecuencia que la habitual. Respecto a los niños mayores de seis años, se sugiere ofrecerles líquidos de forma constante para evitar la deshidratación.
Por otra parte, se aconseja no exponerse al sol entre las 10.00 y las 16.00. Esto es especialmente relevante en lo referente a los niños y los adultos mayores.