En muchas escuelas pudimos lograr que se hagan reparaciones que por un tiempo prolongado no se hicieron, tratamos de realizar mejoras integrales, duraderas, siempre pensando en optimizar el ambiente de estudio para todo el equipo docente, pero por sobre todo para los chicos que son los únicos protagonistas en esta historia.

Recorremos escuelas todas las semanas, inclusive en pleno verano lo hicimos, ¡haya paro docente o no!, incluso varios sábados repasamos obras que se estaban y están llevando adelante en nuestro distrito; tanto obras de infraestructura que realiza la Provincia de manera directa o indirecta a través de la Municipalidad, pero obras al fin.

Siempre fuimos con la verdad fundamentada, siempre nos escucharon debatiendo un tema, y siempre con un papel en la mano que respaldara nuestros dichos, nunca mentimos, nunca actuamos en contra del derecho inalienable que tiene el niño de aprender, toda acción que llevamos adelante es para mejorar el sistema educativo.

Pero en estos dos días nos pasó algo un tanto peculiar, algo que no debe seguir sucediendo; en la recorrida de una de las escuelas de la zona sur de nuestro distrito recibimos el llamado de un Director que al inicio de la conversación uno lo saluda con respeto y amabilidad, pero con el correr de la charla se fue transformando en una persona déspota e intransigente, enojado porque estábamos visitando la escuela un día de paro, y que como nosotros los Consejeros sabíamos que el Director no estaba, fuimos adrede. Luego de esta acusación infundada le explico que es nuestro derecho y nuestro trabajo con Ignacio recorrer establecimientos (es una exigencia de la comunidad educativa), pero del otro lado del teléfono insiste con que deberíamos avisarle a él antes de ir a “su escuela”, si si!, así lo clasificó “SU ESCUELA”, resulta que desconocemos el motivo del enojo, todos tienen derecho a enojarse como de hacer paro, pero la PREPOTENCIA tiene un límite, antes de finalizar el llamado le recordé que la escuela no es suya sino de todos.

Esto nunca nos había pasado, nosotros visitamos escuelas con o sin alumnos, vamos a establecimientos y lo primero que hacemos es preguntar por el director, que si por algún motivo no se encuentra nos acompaña un personal auxiliar generalmente o docente a cargo a recorrer las instalaciones.

Asumimos este compromiso como equipo, Consejo Escolar, Escuelas y Comunidad Educativa, los Consejeros Escolares no somos empleados administrativos, somos funcionarios provinciales electos por la voluntad popular. Nuestro rol es estar en las escuelas, viendo las necesidades todos los días, gestionando soluciones, siendo resolutivos, dejando la política afuera cuando estamos en un edificio escolar, para nosotros somos todos iguales.

Los Consejeros estamos de paso, pero en esos pasos queremos dejar huellas, queremos construir lo que todos soñamos, una educación de calidad, somos un gran equipo de trabajo, nadie se tiene que sentir intimidado, respetamos las voluntades de todos, inspectores, gremios, directivos, docentes, personal auxiliar, administrativos, padres, chicos.

Entendamos que debemos cada uno desde su rol poner lo mejor de sí, con aciertos, con errores, pero siempre dando lo mejor, no vinimos a fundar un club de amigos, vinimos a ser una herramienta de lo cual todos deberían utilizar. Cuando lo comprendamos y trabajemos verdaderamente en equipo pensando en los chicos la educación será de calidad.

                 Matias Porta                                                                                                                                                 Ignacio Reimondez 

Consejero Escolar Partido de La Costa                                                                                                         Consejero Escolar Partido de La Costa