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2020
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14/11/2020 08:11:47 - Reportajes

Carlos Carballo: “Hay anuncios francamente alentadores, pero hay cosas que no pueden esperar” (632)

Por Radio Cooperativa AM 1440 de Mar de Ajo, en el Programa 5 Caminos, que conduce Marcelo López, se entrevistó al Ingeniero Agrónomo Carlos Carballo quien invita a la audiencia a participar el sábado 14 de noviembre de 2020 desde las 18 hs. por Facebook y zoom bajo el título “Grita lo que sientes” a la conmemoración de los 50 años de Ligas Agrarias. En el desafío de hacer producir la tierra en los espacios urbanos por familias agricultoras. Un desafío para retomar la cultura del trabajo y del comercio del precio justo y soberanía alimentaria superando con dignidad la crisis humanitaria que provoca la pandemia .las políticas neoliberales y la expansión latifundista . Carlos Carballo, Ingeniero Agrónomo, docente de la Universidad de Buenos Aires y Coordinador de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria, en la entrevista esto decía:
   

¿De qué se trata esta actividad que se va a realizar en relación a los 50 años de las Ligas Agrarias?

En un principio se trata de conmemorar un hecho que a nosotros nos parece histórico, creemos y podemos demostrar por qué es histórico, es el inicio de hace 50 años atrás de lo que fue un proceso muy intenso, de movilización, participación y propuesta de lo que uno hoy llamaría agricultura familiar, en aquel entonces hablábamos de los minifundistas, pequeños y medianos productores, básicamente del noreste del país pero una experiencia que después se corrió a región pampeana.

La crisis que atravesaban los pequeños y medianos productores del campo argentino en el noreste hizo que surgiera una organización distinta a las tradicionales del campo argentino, distinto a lo que era  la Federación Agraria que era en buena medida la referencia a nivel nacional, que de alguna forma convocaba a la reunión y participación de la familia para discutir, reclamar y gestionar políticas públicas que les permitiera salir de la situación de marginación, pobreza, etc. Ese fue un proceso muy intenso  que a nosotros nos parece que reincorporó al debate agrario argentino, trajo al debate de las ciudades por primera vez en muchos años la problemática del otro campo, no del campo exportador, del  agronegocio, el campo de los que viven, trabajan, luchan, construyen su vida, construyen la Patria de cada rinconcito del país, los agricultores familiares, que son las 2/3 partes de los productores de Argentina, nada más ni nada menos.

¿De qué cantidad de personas está hablando cuando dice 2/3 partes?

Nosotros teníamos una radiografía del campo argentino, con datos censales muy trabajado, muy estudiado del año 2002 y luego tenemos del año 2018 resultados provisorios de un censo nacional agropecuario, estas eran 2/3 partes de 360 mil, ahora estamos hablando de algo así o un poco más de 200 mil productores agrarios, es decir, una reducción enorme y básicamente ha afectado a los pequeños y medianos productores, lo que llamamos agricultura familiar. Entonces quizás ahora, estemos hablando de algo así como de 140 o 150 mil familias de productores en todo el país y cuya problemática esté relacionado sobre todo con la producción de alimentos en los periurbanos, en los cordones de la ciudad, porque fueron los pequeños productores o productores familiares que pudieron hacerse escuchar en mayor medida y con mayor intensidad por la cercanía geográfica. En este momento quizá ninguno de nosotros sepa que se están muriendo de hambre los animales de los campesinos de Formosa u otras provincias del país, porque no tienen pasto y no tienen agua y que eso va a impulsar el éxodo masivo de muchas familias de pequeños productores. Esto no es noticia, pero si esto ocurriera en el Gran Buenos, Gran La Plata, Gran Córdoba o Gran Mendoza, quizá era una noticia nacional.

¿Cuál es el rol de Estado en ese desarrollo hoy?

Yo te daría mi respuesta, pero volviendo al Encuentro que vamos a tener este sábado 14 que lo vamos a compartir con mucha gente de todo el país y seguramente de países vecinos a través de estas tecnologías de comunicación. La idea es que los compañeros del Noreste, compañeros/as que fueron dirigentes agrarios en aquellos momentos  y algunos lo siguen siendo todavía, no se queden en la reflexión de lo que pasó en aquel momento, de las consecuencias terribles de la dictadura en las áreas rurales  y entre los pequeños productores organizados, sino traer esa problemática aquí y ahora y pensar juntos las políticas públicas que nos debemos, que necesitamos y no quisiera olvidarme de algo que seguramente va a estar muy fuerte en ese Encuentro y que se recupera como una idea y un valor fundamental en las propuestas que tuvieron las Ligas Agrarias para el mundo rural y agrario de Argentina.

El rol de la familia pero sobretodo, muy sobretodo, el rol de la mujer, en el trabajo, en la organización de la familia, en la defensa de sus derechos, en la construcción de ciudadanía y eso fue algo que estuvo muy presente desde el origen mismo de las Ligas y por Estatuto en todas las organizaciones vinculadas a las Ligas y movimientos agrarios, el 50% de su Comisión Directiva tenían que ser mujeres y tenían que ser en horarios que las mujeres pudieran ir con sus niños o se generaban espacios donde alguien pudiera cuidar a los niños y las mujeres pudieran participar activamente en la reunión. Eso ha sido revolucionario, transformador, nos parece que ha sido un aporte valiosísimo que hizo este movimiento que creció muy desde abajo y eso me parece que va a estar mucho en las reflexiones de las compañeros y los compañeros que van a mirar este proceso rural, la vida rural actual y cómo sigue siendo tan protagónico y tan claro el rol de la mujer en la defensa de la alimentación de sus familias, de la vida y del ambiente.

Y el Estado, creo que el aquí y ahora que van a plantear muchos compañeros desde varias provincias, algunos funcionarios actuales incluso, otros ex funcionarios incluso, van a ser seguramente referencia, a que más allá que desde el año 85 en forma sistemática se han sucedido programas y planes dirigidos a la agricultura familiar. A pesar de eso los agricultores familiares son el 50% de lo que eran en aquel momento. Las políticas no fueron adecuadas, no tuvieron continuidad, fueron insuficientes, no estuvieron ligadas a modelos de desarrollo más amplio y no es casualidad que la cantidad de gente que vive dispersa en el campo es mucho menor que los 5 millones de personas que viven hacinados en las villas de nuestro país.

El gobierno nacional tiene una serie de iniciativas que está desarrollando en apoyo a justamente estos movimientos, como el Movimiento Arraigo, la UTT y demás ¿tiene alguna esperanza de que la cosa cambie a partir de eso?

Creo que sí hay muchas esperanzas de manifestarse de distintas maneras, el quedarse peleando en el campo, si uno pensar que lo que viene es similar a lo que vino sufriendo en estos últimos 30 o 40 años, que explica el éxodo masivo de familias, vecinos, si uno no tuviera esperanza, no se queda. Esto por un lado y en la actitud muy fuerte de construir esa esperanza con la unión, la organización, el trabajo, la lucha y el reclamo. Hay anuncios francamente alentadores, pero hay cosas que uno siente que no pueden esperar, la situación de hoy de los campesinos de todo el país que están reclamando los alimentos básicos, que le lleguen los fideos, las harinas, la leche, etc., para no tener que irse, es muy angustiante y es muy duro desde el punto de vista personal, familiar y humano y estamos con esa situación en muchos lugares. Yo creo que el hecho de haber hecho visible esta problemática, que es generalizada, pero también muy presente en los periurbanos, ese rol fantástico que ha desempeñado  la Unión de Trabajadores del a Tierra y otros movimientos sociales como la Unión de Trabajadores Excluidos, el Movimiento Nacional Campesino Indígena, organizaciones de distinto tamaño y escala, que han tenido mucha voz y presencia en el debate de la ciudadanía urbana, es francamente alentador y hace que haya ideas, proyectos y propuestas muy interesantes. Ahora eso hay que transformarlo en acción, ponerle los recursos, la asistencia técnica, hay que acompañarlos con una forma sistemática intensa, profunda, etc., y ojalá sea así porque la necesidad está, nadie está inventando nada. Estos otros campos, los de los que no especulan, de los que no tienen tierra, de los que no están midiendo la rentabilidad, sino pensando en producir alimentos sanos y alimentar a la vida de la ciudad, esos otros campos, no pueden esperar una generación.

Tenemos una ley nacional de agricultura familiar aprobada por unanimidad en el Senado de la Nación en el 2014, esa ley no ha sido reglamentada, su reglamentación estuvo en el programa de nuestro actual gobierno y ha estado en el reclamo, la demanda y la urgencia de prácticamente todas las organizaciones sociales vinculadas a la agricultura familiar y todas las organizaciones sociales urbanas que nosotros conocemos.













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