Los productores costeros que recibieron el acompañamiento del programa PUPAAs (Pequeñas Unidades Productivas Alimenticias Artesanales), destacaron la importancia de este tipo de iniciativas para el desarrollo y ampliación de sus emprendimientos.

El productor panadero, Juan Martín Malagamba, contó que para llegar a tener estas habilitaciones fue un trabajo “de poco más de un año, cumpliendo metas y objetivos. Es un certificado de pequeños productores de alimentos de la provincia de Buenos Aires y que nos va a permitir comercializar los productos con otros comercios mayoristas o minoristas”.

“Es una herramienta más de un emprendimiento que empezó como algo pequeño, pero con estas herramientas, con estas políticas públicas, podemos tener la posibilidad de crecer mucho más. En mi caso, ante la imposibilidad de poder costear el alquiler de un local, buscamos otra alternativa. Ahora, ya tengo esa certificación que al día de hoy me permite vender mi producto en supermercados, despensas, almacenes. Es decir, que abre y amplía el canal de venta”, agregó Malagamba.

ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Por su parte, Aimará y Leonardo, de alimentos saludables Hijau, contaron que hace diez años que llevan adelante su emprendimiento en Lucila del Mar. “Hemos comenzado este caminito de la alimentación saludable. Optamos por vender un producto seguro y comercializarlo por otras vías que no sea nosotros estando en un negocio y fue ahí que entramos en el programa. Es algo que nos parece muy beneficioso porque un proyecto se termina convirtiendo en un emprendimiento, le da una formalidad a nivel de bromatología y eso garantiza que sea un alimento inocuo y seguro”, señaló Leonardo.

“Contamos con el apoyo de la Secretaría de Producción de La Costa, y del Ministerio de Agricultura de la Provincia de Buenos Aires, y con ese acompañamiento estamos saliendo al resto de los comercios, no solo del Partido de la Costa, sino de toda la Provincia de Buenos Aires”, agregó.

Por su parte, Aimará contó: “Yo estoy recibida de chef hace más o menos diez años atrás y me pasó, que en su momento en el lugar donde yo estudiaba no era muy común que se enseñara cocina del lado saludable. Me di cuenta al avanzar los años y teniendo el propio local en La Lucila, que yo quería elaborar algo saludable, aunque no tenía los insumos, no tenía la materia prima y no tenía el público para comercializar. No bajé los brazos, porque creo que el futuro, para mí, está en una buena alimentación. Y hoy puedo conjugar mi vocación con mi actividad productiva gracias a esta habilitación, lo que para mi es muy gratificante”.

“Me parece que tiene que haber un poco más de conciencia, de que quien elabora un producto se interiorice de dónde viene la materia prima y explicarle también al consumidor qué es lo que está comprando, qué es lo que va a ingerir. Estoy como sumamente contenta de que se puedan aprobar proyectos de este tipo”, finalizó.

Cabe destacar, que pequeños productores costeros obtuvieron este lunes, en el despacho del intendente municipal, su habilitación para comercializar en todo el ámbito de la provincia de Buenos Aires. Al abrir la reunión, de Jesús puso en valor esta iniciativa que brinda trabajo a los costeros, y alimentos saludables a la comunidad, y aseguró que en materia de generar producción y empleo a través de proyectos productivos, “el no, no existe en este municipio”, y su gestión está “dispuesta a escuchar todas las propuestas en este sentido, a través del área de Producción que encabeza Martín Poustis”.