MONICA TISSONE

La formación para el nivel secundario nos exige hoy a las formadores y formadores poner a disposición muchos saberes y conocimientos que trascienden lo específico de cada profesorado elegido.

Porque en realidad, las y los ingresantes, así como los docentes en formación que continúan avanzando en el profesorado elegido, también eligen, en primer lugar, estar dispuestos a formar parte de la vida de otros.

Esos jóvenes que están atravesados por los vaivenes del mundo contemporáneo, tal como muchos y muchas de las y los ingresantes a los que recibimos con un fuerte aplauso junto a las familias que hoy los acompañan.

¿Familiares presentes? Muchísimas gracias por estar.
Sabemos que son el mejor acompañamiento que pueden tener nuestros ingresantes a lo largo de estos cuatro años de carrera.

Formar profesoras y profesores hoy es de una alta responsabilidad para con una sociedad en constante cambio, compleja, que necesita de docentes formados en la integralidad, superando la fragmentación disciplinar para entender al saber como un todo, cuyo pensamiento crítico le facilita integrarse a esta sociedad y a esta
escuela, a esta escuela secundaria, no solamente a este instituto, ¿no?
la de hoy y la de mañana.

Nosotros no formamos solamente para un presente perpetuo, sino formamos para una perspectiva, para un devenir en el tiempo que que no sabemos cuánto va a llevar.

Nos formamos para el trabajo y ese trabajo se llama enseñanza. Enseñamos para comprender el mundo en que vivimos y para hacerlo comprensible a los demás.

Hay una máxima para nosotros los profesores y las profesoras: Enseñamos lo que necesitamos aprender.

Y por esta razón, más que transmitir conocimientos, necesitamos construirlos con otros.

Freire nos recuerda, nadie se educa solo,ni por otros ni para otros, sino con los otros.
Y esa es la base de una educación para la emancipación.

¿Y esto qué significa?
Que somos protagonistas en las instituciones educativas que habitamos, no sólo asistentes, y lo que ello conlleva para la aprobación de cada materia.
Somos artífices de quienes queremos ser.

La identidad docente es muy fuerte en su impacto, tanto en lo personal como en lo colectivo, y ser trabajadoras y trabajadores de la educación genera una relación muy especial con nuestros estudiantes, porque somos líderes en el campo social como trabajadores de la cultura, somos líderes en el campo académico porque lo producimos.
Producimos conocimiento pedagógico con nuestro trabajo, no lo replicamos o lo reproducimos o lo imitamos, sino que con ese nuevo conocimiento estamos en condiciones de generar transformaciones, a veces pequeñas, a veces más trascendentes, pero siempre dejaremos huellas en las otras y otros con los que
compartimos la tarea de enseñar con la finalidad de garantizar aprendizajes que les permitan a quienes nos acompañan en esta tarea desarrollar una vida en plenitud.
Por eso, lo fundamental no es recordar, es reflexionar de manera continua y permanente acerca de los problemas que nos atraviesan las escuelas, porque significa que está ocurriendo también en la sociedad.
Las escuelas secundarias no son ajenas a las situaciones sociales y si estas son consideradas como normales o no, influirá en las decisiones de cada actor.

Pero sin los acuerdos para enseñar sus colectivos, todo problema socio-educativo ambiental es una nueva fuente de conocimiento y nos enriquece de manera igualitaria, ayudándonos a cumplir
nuestros fines, tal como han sido diseñados en las leyes educativas, la Ley de, Educación Nacional del año 2006, la Ley de Educación Provincial del año 2007 y la Ley de Educación Superior que garantiza los derechos al acceso a la educación como bien social y al conocimiento como bien público.

La educación pública continúa siendo un refugio para las y los que soñamos construir un mundo más digno, justo y diverso.

Agradecida a los que nos acompañan hoy y siempre para hacer realidad estas expresiones y que sean algo más que un deseo, para transformarse en una oportunidad para mejorar la educación y la cultura en el Partido de la Costa con vistas al sector bonaerense, al sector nacional y, por supuesto, al latinoamericano.

PREVIO A LA PROYECCIÓN  HIZO UNA SEMBLANZA DE LA PELÍCULA , GISELA AGUIRRE:

“El documental que veremos a continuación nace de dos educadores que fueron transitando y sistematizando relatos desde diferentes herramientas: el blog titulado Conversaciones entre cualquiera, videos, charlas, debates entre pantallas ocurridos durante la pandemia. La línea argumental que recorre la película se relaciona, en palabras del director, con reflexiones que giran en torno a cuáles son las escuelas a las que estamos volviendo, cuáles son las escuelas que queremos o por qué hay miles de niños y adultos que no están en ellas.
Martín Ferrari y Carlos Skliar son educadores e investigadores interesados en repensar la educación pública. En este documental nos invitan a viajar a esos instantes, en medio de la pandemia, en los que nacían profundas preguntas e inéditas acciones. Pero también al estar volviendo, a jugar con ese “vaivén” entre ir y volver. Un ejercicio que pone en nuestras manos la oportunidad para reflexionar y debatir en los cines, las aulas, las escuelas, las universidades y las plazas: ¿A qué escuelas estamos volviendo? ¿Qué escuelas queremos? ¿Para qué sociedad?