Esta semana se cumplieron nueve meses desde el inicio del gobierno de Javier Milei y mientras se profundiza el ajuste en el gasto y continúa la contracción de la economía, un dato puso sobre la mesa el impacto concreto del programa económico en marcha: desde diciembre la caída del salario implicó una pérdida de 13,2 billones de pesos del bolsillo directo de las y los trabajadores. A esta transferencia billonaria de los ingresos laburantes se sumó la destrucción de fuentes de trabajo que, según la última información oficial, ya supera los 180.000 puestos registrados. Así las cosas, la participación del trabajo en el reparto de la riqueza generada retrocedió, al menos, diez puntos entre inicios de 2016 y la actualidad.
En tal sentido la mega devaluación de diciembre, con efecto inmediato en la inflación, desencadenó una enorme pérdida del poder adquisitivo frente a la redefinición de precios relativos con el encarecimiento de bienes básicos para la mesa argentina. A esto se sumó el impacto de la desregulación y liberación total de precios dispuesta por el DNU 70/2023 del gobierno nacional. De esa manera, la caída del salario real en el inicio de la gestión libertaría ya implicó una pérdida de 750.000 pesos por trabajador del sector privado, número que escala a los 2 millones de pesos en el caso de los estatales, según un informe del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE).
“Feliz Navidad para todos. Gracias por el sacrificio”, publicó a fin de año pasado el ministro de Economía, Luis Caputo en la red social X refiriendo al “sacrificio” de la población frente al plan de shock que recién comenzaba. Tras nueve meses, los datos muestran que las principales actividades económicas continúan en crisis (la industria cayó 15% acumulado y la construcción 20%, en siete meses) a la vez que el consumo se desplomó (las ventas minoristas llevan veinte meses a la baja) y aumentó la pobreza que ya afecta a más del 50% de la población (UCA). “A pesar del ajuste fiscal, de la caída de la actividad económica y de la continuidad del ritmo de devaluación del 2% mensual, la inflación no termina de ceder del todo. El enorme daño social provocado para contener los precios no termina de dar sus frutos”, analizaron desde MATE.
fuente: eldestapeweb.com / 13-9-24