José Rodríguez Ponte, quien estuvo al frente del municipio en dos periodos, durante ocho años, dejó un legado administrativo que incluyó un superávit en las arcas municipales, y esto fue a pesar de gobernar en un contexto de inflación galopante.

Este logro es destacado como un ejemplo de administración eficiente en tiempos de crisis. en contraposición, al asumir Nahuel Guardia, las condiciones económicas eran ostensiblemente mejores, con una inflación controlada de un dígito, pero el superávit no pudo sostenerse.

Hoy, la administración de Guardia enfrenta críticas por la falta de fondos, reflejada en algunas obras inconclusas y un aumento significativo del gasto en planta permanente. Según algunos ciudadanos, su gestión ha sido calificada como “insuficiente y preocupante”.

Mientras tanto, Rodríguez Ponte y su equipo se han distanciado, inclinándose hacia posiciones más afines al gobierno nacional y los ideales de la Libertad y el derecho a la propiedad privada, promovidos desde plataformas como la red social RADICALISMO LAVALLE.

En contraste, figuras como Andrea Turconi, ex-secretaria de Gobierno y de Cultura, muy querida en la comunidad, han decidido mantenerse al margen del gobierno actual, lo que resalta aún más la fractura en el espacio político.

Entre los funcionarios cercanos a Guardia, destaca Nicolás Toucedo, una figura ampliamente conocida y cuestionada en el ámbito público social de General Lavalle. Toucedo, actualmente secretario de Cultura, ha ocupado diversos cargos en la gestión municipal durante casi diez años, incluyendo puestos en las secretarías de Salud y Educación, entre otras.

Su permanencia en el gobierno lo posiciona como uno de los funcionarios con más años en la administración pública local, incluso superando a figuras como los ex Intendentes Dubsky, Marchi, Passo, Soruco, e incluso el propio Ponte, superando incluso al ex-Intendente Osvaldo Goicoechea (El Vasco). esto demostraría que para Toucedo “LA ALTERNANCIA” es solo una frase de campaña.

Sin embargo, la trayectoria de Toucedo no ha estado exenta de controversias. A lo largo de su carrera, ha sido señalado por conflictos recurrentes con el personal de carrera en distintas áreas, lo que ha alimentado las críticas hacia su figura.

Muchos lo consideran parte de lo que podría definirse como “la casta política de General Lavalle “, un funcionario con casi 10 años ininterrumpidos en la gestión pública, pero cuya gestión no ha generado consenso entre algunos de los sectores de la comunidad.

Por otro lado, Nahuel Guardia ha tomado decisiones políticas que marcan un giro dentro del radicalismo local, acercándose cada vez más al Partido Justicialista. Esta cercanía no solo incluye la relación con intendentes peronistas de municipios vecinos, sino también un vínculo estrecho con figuras del justicialismo local, lo cual ha causado malestar dentro del núcleo duro del radicalismo.

Además de estos problemas políticos, la administración de Guardia se enfrenta a otros desafíos significativos, como la gestión inconclusa de los basurales a cielo abierto, que no solo no se gestionan , sino que se incrementa peligrosamente y la falta de recursos para sostener servicios básicos en la ciudad.

Los vecinos, particularmente aquellos que aún apoyan a Rodríguez Ponte, se sienten decepcionados con la falta de avances en estos temas y la percepción de una gestión desconectada de las necesidades más urgentes de la comunidad.

La situación en General Lavalle es un reflejo de las tensiones internas que atraviesa el radicalismo local. Con diferencias ideológicas marcadas, problemas administrativos y cuestionamientos hacia figuras clave como Nicolás Taucedo, el futuro del partido en la localidad dependerá de su capacidad para superar estas divisiones y responder a las demandas de la comunidad.

fuente: multimedio.com.ar  21-11-24